Bali, Indonesia (4ª parte).
Las playas divinas de Nua Dusa, Bali
Querría relajarme y disfrutar de la playa… cogimos la moto dirección sur hasta Nua Dusa, una de las mejores playas de Bali donde se encuentran los resorts de lujo y un ambiente de exclusividad. El mar es tranquilo, de color turquesa y la arena fina es dorada. ¡Comimos un picnic de frutas exóticas bajo la sombra de un tamarindo en ese paraíso!
Vimos los preparativos de una boda enfrente de la playa privada de un hotel cinco estrellas… camareros elegantes arreglaban un pórtico precioso adornado con flores para la ceremonia, mientras la pareja feliz posaba para las fotos nupciales en la playa… ¡uf, parecían demasiado elegantes para sobrevivir a tanto calor y arena!
Boda en la playa de Nua Dusa, Bali
Tanjung Benoa se encuentra a pocos kilómetros de distancia, un destino turístico más familiar y animado donde hay un montón de actividades náuticas. Hay excursiones en barco a la Isla de las Tortugas para hacer snorkel, pero hay que tener paciencia y regatear para conseguir que te lleven por un precio razonable.
Templo en Benoa, Bali
Los surfistas prefieren las playas sureñas de la Península Bukit, y como nosotros quizás, terminan el día contemplando la puesta de sol desde Uluwatu, un templo pintoresco al borde del acantilado.
Mi playa preferida es Jimbaran Bay…
Templo en Bahía Jimbaran, Bali
¡De todos los sitios que tuve el privilegio de ver en Bali, la playa de Jimbaran es mi sitio favorito, y a pesar de esta cerca del aeropuerto. Un sitio de ensueño, templos muy antiguos al lado de una bahía hermosa de finísima arena blanca, únicamente con un par de hoteles bien integrados en el paisaje y el tranquilo y cristalino mar. Si estás hospedado allí, hay que levantarse temprano para ver el mercado del pescado… o como nosotros, acercarte a mediodía para disfrutar del pescado fresco, comer el mejor marisco en un chiringuito típico de playa y ¡disfrutar de una lager Bintang bien fresca!
Cazando olas y puestas de sol…
Las extensas playas al norte de Kuta, Bali
Kuta es el destino ideal para todos que buscan el surf y la diversión nocturna. La costa sur oeste de Bali, es conocida por sus playas kilométricas, sus olas magníficas, y un sinfín de restaurantes, comercios y alojamiento económico.
La carretera continúa dirección norte por Legian y Seminyak (últimamente muy de moda con sus boutiques de ropa de diseño y restaurantes gourmet.)
Montados en ‘nuestra’ moto fiel seguimos por la ruta norte, en busca del legendario templo Tanah Lot para ver la puesta del sol…pero en Bali las distancias engañan y siempre, nos pareció, tardar más en llegar al destino que lo previsto – ¡usando un mapa turístico gratuito tampoco ayuda! Nos quedamos en una playa anónima, en un bar chill-out, tumbados en una hamaca mirando una puesta del sol escarlata fabulosa.
Puesta del sol en un lugar cerca de Kuta, Bali
En nuestro último día en la Isla de los Dioses, compramos algo de ropa ‘hippy’ y regalos entrañables en los puestos de la playa en Sanur. Después, un masaje Balinés con aceites esenciales en el jardín del hotel, y un último viaje en moto para encontrar la puesta de sol perfecta…
Finalmente, conseguíamos llegar a Tanah Lot cogiendo la carretera norte desde Denpasar, la capital de Bali, una ruta muy pintoresca pasando por paisajes rurales.
El templo Tanah Lot está tallado en una roca dentro del mar; puedes llegar andando en marea baja, y tuvimos suerte aquel atardecer… participé en un ritual ancestral, lavándome la cara tres veces en la fuente de agua salada, pedí un deseo ante un sacerdote hindú, me bendijo trazando un signo de la buena suerte en mi frente y me colocó una flor frangipani en mi pelo.
Tanah Lot, el templo legendario del mar, Bali
Valía la pena llegar hasta allí… el sol cayó de los cielos dejando un rastro malva rojizo que iluminó el templo en relieve oscuro, una imagen que perdura el paso de las olas y la eternidad… sentí la magia del legendario Tanah Lot.
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