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Pokhara – 1 semana en el Lago Fewa, Nepal

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Lago Fewa, Pokhara, Nepal – 1 semana de relax en el paraíso.

Pokhara es uno de esos sitios que te deja huella, un lugar inolvidable con un marco incomparablemente bello en las estribaciones del Himalaya, unos 200 km distantes del ajetreo de Katmandú. Conocido como ‘Lake City’, Pokhara es más bien un pueblo ribereño, el destino favorito de veraneo para nepalíes adinerados, y donde las jóvenes parejas pasan su luna de miel. Te imaginas un gran lago en una llanura entre montañas, los picos nevados tocando el cielo como telón de fondo y los destellos de sol iluminando barquitos de color, suavemente surcando las aguas?

Juan y yo llegamos después del trek por la cordillera Annapurna, un paréntesis entre actividades para reponer energías, antes de seguir la aventura con un safari fotográfico por el Parque Chitwan en el sur de Nepal.  El lago Fewa está a pocos minutos a pie de nuestro hotel, el corazón latiente del pueblo y todo un espectáculo; el más grande de los nueve lagos hallados en el valle de Pokhara.

Pokhara es la puerta de entrada al Circuito de Annapurna, una escala para los excursionistas antes de partir hacia el Himalaya y un lugar para comprar equipos o provisiones de última hora. La cordillera de Annapurna enmarca la ciudad hacia el norte, creando un entorno idílico entre picos nevados y verdes colinas.

El paseo junto al lago es un escenario único – gente remando en botes de vivos colores, el templo Hindú Barahi clavado en un islote cercano, y una estupa budista asomando por la cima de la colina en la orilla de enfrente.

El embarcadero está repleto de familias hindúes esperando su turno para subir a los barcos que les llevan al templo, vestidos de gala para la ocasión, destacan las mujeres en sus coloridos saris. Las canoas privadas se alquilan por horas o durante todo el día, con o sin remera, depende de cada uno y el ánimo que tenga!

Juan y yo paseamos por el sendero del lago, disfrutando del ambiente cálido de la tarde con el sol brillando sobre aguas mansas. Observamos artesanos construyendo a mano las dungha (típicas canoas de madera), charlamos con una señora tibetana que vendía baratijas, esquivamos las vacas sagradas y los perros callejeros deambulando junto a turistas -occidentales, nepaleses e indios- disfrutando del día. Hay varios restaurantes y pubs bordeando el paseo, la mayoría de las terrazas anunciando ‘happy hour’ descuentos en la cerveza – una buena propuesta después de los precios elevados que estilan por la montaña!

Pokhara ofrece una amplia selección de cocina que incluye vegetariana pura o carnes, cocina nepalí, indio, chino u occidental, un contraste total con las comidas habituales de los albergues de montaña. Nos sentamos tranquilamente tomando una fresquita cerveza Tuborg, descansando en cómodos sofás en los jardines de un restaurante junto al lago, observando la puesta de sol y viendo pasar la vida. Nos quedamos aquí a cenar, la comida es buenísima, servida en mesas iluminadas por velas, y un músico con guitarra ameniza la velada con canciones tocadas suavemente.

Hemos quedado con Padam por la mañana, nuestro guía de Nepal Adventure Point. Tomamos un bote para cruzar el lago, para ver la famosa Pagoda de la Paz Mundial que vigila la ciudad desde lo alto. El empinado sendero atraviesa el bosque de Raniban. Es una subida fácil y no te puedes perder, pero si no te apetece hacer el esfuerzo o tienes algún impedimento, puedes acceder por carretera desde Pokhara en excursión organizada o pedir un taxi para ir a la colina Ananda. La Estupa de la Paz fue construida en 1999 por budistas japoneses. Jardines ornamentales rodean la enorme cúpula blanca. Una escarlatina adornada con balaustrada lleva al domo donde puedes ver de cerca las cuatro imágenes doradas de Buda – miran hacia el norte, sur, este y oeste. Como nosotros, contemplan las vistas panorámicas de 360 ​​grados, por encima de las tradicionales banderas del rezo, hasta el lago, la ciudad de Pokhara y el mismísimo Himalaya.

Padam Bhandari nos lleva al Rainbow a almorzar, su restaurante favorito y muy popular entre los excursionistas. La terraza cubierta del primer piso es un balcón que da a la calle principal. Sirven buena comida, como la especialidad local ‘pescado fresco del lago’ con limón y deliciosos batidos de yogur lassi. Parece un lugar tranquilo para ponerme al día con el blog, quiero escribir sobre nuestro trek reciente y el ascenso a Poon Hill – regresar al bullicio de Katmandú no me llena de entusiasmo. Padam habla con el propietario, quien está conforme, postergamos el viaje a Chitwan unos días y asunto resuelto…me quedo una semana escribiendo desde aquí. La ventaja de viajar sin restricción de tiempo significa que puedo trabajar a mi ritmo donde y cuando quiero y no desde la oficina.

Esa noche nos divertimos a lo grande, para variar llevamos a Padam de marcha – regresa a Katmandú por la mañana y queremos agradecerle su paciencia y simpatía. Es el mejor guía de montaña y buena compañía, prácticamente como familia. La intención de relajarnos ‘alfresco’ en el idílico restaurante del lago se va complicando. Empieza a llover a mares, un repentino diluvio. El camarero nos mete dentro del local, esta noche abarrotado porque toca una banda popular. Imagínate la escena, los tres con pizzas gigantes y botellas de cerveza en mano, rodeados de adolescentes súper simpáticos bailando con entusiasmo al ritmo más ‘in’ de Nepal.

Los días pasan volando, me levanto temprano para ver el amanecer sobre el Lago Fewa, las mañanas trabajando con mi portátil en Rainbow Restaurant, por la tarde bajamos a la orilla del lago para un paseo y luego una cena en distintos restaurantes. Pokhara es una base ideal, no solo para realizar trekking por las estribaciones de Annapurna, sino también para caminatas más suaves en las colinas cercanas, para practicar yoga y meditación, montar en bicicleta y en moto, o desde la cima de Sarankot subir la adrenalina con actividades como parapente y tirolina, incluso un vuelo en ultraligero para ver las montañas desde una perspectiva diferente.

No nos aventuramos demasiado lejos, ni para ver los otros lagos o hacer actividades esta vez, lo que es una buena excusa para regresar en el futuro. Dejamos este mágico lugar y seguimos la aventura hace Chitwan, el Parque Nacional territorio de los tigres de Bengala…

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Para más información sobre Nepal ver www.nepaladventurepoint.com

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